miércoles, 21 de julio de 2021

Orejas

 

Me gusta imaginar

que existe cierta mágica complicidad

entre los niños indígenas que venden caracoles,

y el mar jugando a las escondidillas,

a hacerse pequeñito y refugiarse

muy al fondo del remolino de concha,

esperando a ser vendido por unos cuantos pesos.

“Se oyen las olas”

me dice la morena niña

tapándose una risa sin dos dientes.

Y el océano y yo juntamos las orejas.

Si yo escucho tormentas, marejadas, me pregunto:

el mar… ¿qué escuchará de mí?

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(Del libro de Poamos y Cuentotros, 2018).




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